Tomo prestado el título de esta gran película de Paco Martínez Soria para evitar el tener que disculparme por esta ausencia de más de un mes... Es lo que tiene el verano, que uno deja en casa hasta su blog!!!
Brevemente, porque acabo de llegar y me voy otra vez.
Ayer, después de 35 horas de viaje (a saber: barco, coche, otro barco, más coche) llegué a Madrid. Y viví una entrada maravillosa que me hizo pensar es utté, Ms. Líquida.
Desde que tengo uso de razón, allá cuando las vacaciones duraban de junio a septiembre, y acababas harta de playa porque tres meses dan para muuuucha playa, recuerdo volver a Madrid y sentir siempre lo mismo: lo que me gusta el olor de esta ciudad. Ya viniera en coche, en tren o en autocar, era llegar a la capital, bajar la ventanilla y sentir el olor seco (por fin! después de tanta humedad en la playa), siempre de noche, la ciudad vacía... me encanta! No me refiero a cómo huele mi barrio un sábado por la mañana, esa mezcla de orín y alcohol a partes iguales. No.
Anoche, el reloj daba la 1.00, entrábamos por la Avenida de América, la ciudad vacía, ventanillas bajadas, y la radio puso Lady, temazo de Modjo. Inspiré. Retuve el olor. No había ni un coche. Aceleramos. Saqué la cabeza por la ventanilla. Cerré los ojos y canté, olí.
Entrada triunfal a esta Madrid a la que tanto me gusta volver pero de la que tanto necesito irme.
Y pensé en tí.
MuáRemuá
Caca Apestosa ~
Joliiiinnnn!! Qué bonito!! A mí también me encanta mi Madrid, el Madrid del que huí, con ese ruidoso silencio, y las noches de verano en las que sales a la calle en tirantes y a veces está vacío, y otras hacinado, pero siempre es majestuoso, precioso!!! Ay!! Que ganas de compartir mi Madrid, Nuestro Madrid!!!
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